Un Estudio de Impacto Ambiental suele verse como el último paso antes de empezar. Un requisito que hay que cumplir. Pero esa es solo una parte de la historia.
Un buen estudio va mucho más allá. Se convierte en una pieza clave para el éxito del proyecto.
Pensémoslo así:
Un análisis ambiental bien hecho no solo busca la aprobación. Busca anticipar. Permite identificar riesgos que no se ven a simple vista y pulir el diseño para que sea más robusto y eficiente.
También es una forma de conectar con el entorno. Un proceso transparente y bien comunicado genera confianza en la comunidad local y en los inversores.
Al final, lo que parece un coste se traduce en ahorro. Menos sorpresas durante la ejecución, procesos más ágiles y un proyecto mejor integrado.
En Tuero Medioambiente no solo cumplimos con la norma, buscamos que el Estudio de Impacto Ambiental aporte un valor real.
Si quieres que tu próximo proyecto aproveche todo su potencial, hablemos aquí