Residuo o subproducto: la diferencia que cambia todo Y cómo afecta a tu empresa

Muchas empresas confunden estos términos. Y ese error puede costar caro.

Un residuo es algo que hay que eliminar. Ya no sirve. La empresa necesita pagarlo para gestionarlo correctamente. Hay obligaciones legales estrictas.

Un subproducto es diferente. Sigue siendo útil. Puede tener un nuevo uso sin pasar por un proceso complejo de transformación. No es basura. Es un recurso.

Pero no basta con decir «esto es un subproducto». La ley marca condiciones claras. Debe cumplirse que hay seguridad de que se va a usar. Que no necesita transformarse mucho. Que cumple requisitos ambientales y de salud.

En Tuero Medioambientetrabajamos con esta diferencia cada día. Mermas de pan, galletas o cereales que podrían ser residuos se convierten en alimentación animal. Lodos y restos orgánicos pasan a producir biogás. El digestato resultante se usa como fertilizante.

La clave está en la gestión. Saber qué es cada cosa. Y hacerlo bien desde el inicio.

Cuando una empresa clasifica mal sus materiales puede perder dinero. O peor: enfrentarse a problemas legales. Pero cuando lo hace bien, encuentra valor donde antes veía un coste.

¿Tu empresa genera mermas o residuos orgánicos?
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